En la música, al igual que en otras artes, a menudo nos encontramos con sorpresas y descubrimientos que van más allá de lo que habíamos aprendido o imaginado. Por eso, en esta nueva sección de nuestro blog nos enfocaremos en explorar los diferentes aspectos de la música que pueden ser sorprendentes o poco conocidos. Abordaremos temas como piezas musicales que han sido reinterpretadas de diferentes maneras a como fueron originalmente creadas, compositores que no siempre reciben el crédito adecuado, y conceptos musicales que podrían no ser tan evidentes como creíamos.
Para comenzar, nuestro primer post en esta sección titulada «La verdad tras las creencias populares» estará dedicado al famoso Ave María de Caccini. Esperamos que este artículo sea tanto ilustrativo como interesante para nuestros lectores. ¡Disfruten!
Ave María (la oración)
El texto del Ave María es el elemento central de esta composición musical y alrededor del cual se ordenan todos los recursos musicales y audiovisuales. La versión actual de estos textos es el resultado de una evolución histórica que ha transcurrido a lo largo de varios siglos. En resumen, podemos dividir el texto en dos partes principales. La primera, más antigua, comienza con el saludo del Ángel a María (“Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum!”), en castellano [“¡Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor está contigo!”] y finaliza con las palabras de Santa Isabel a la Virgen (“Benedicta tu in mulieribus et benedictus fructus ventris tui Iesus”, [“bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús” ].
La segunda parte, que se agregó en un momento posterior, es una invocación del pueblo cristiano que, reconociendo a la Santísima Virgen como Madre de Dios, implora humildemente su auxilio en el presente y su asistencia maternal en el momento de la muerte (“Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis pecatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen”), [“Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén”].
Ave María (compositores)
Algunos de los compositores más famosos que han compuesto versiones del Ave María incluyen:
- Tomas Luis de Victoria (1548-1611)
- Johann Sebastian Bach (1685-1750)
- Franz Schubert (1797-1828) (¿Ave María…?)
- Charles Gounod (1818-1893)
- César Franck (1822-1890)
- Giuseppe Verdi (1813-1901)
- Gioachino Rossini (1792-1868)
- Luigi Boccherini (1743-1805)
- Arcangelo Corelli (1653-1713)
Es importante mencionar que esta es solo una pequeña selección de los muchos compositores que han escrito versiones del Ave María, y hay muchos otros que también son muy valiosos y conocidos. La lista anterior no sigue ningún orden en particular y se han mencionado los compositores según me han venido a la mente.
En la lista, se ha omitido mencionar a Caccini, que es precisamente uno de los protagonistas de este artículo con el que abrimos esta nueva sección.
Giulio Caccini
Giulio Caccini, nacido en Tívoli el 8 de octubre de 1551, dejó una profunda huella en el paisaje musical del Renacimiento y Barroco temprano. Aunque desarrolló sus intrincados oficios musicales en Florencia, donde sirvió durante 37 años a la poderosa familia Médici, sus contribuciones resuenan mucho más allá de los confines de esta ciudad. Caccini fue un virtuoso multifacético, dominando varios instrumentos, incluyendo el clave, el laúd, el arpa y la cítara, habilidades que complementaban su talento como compositor y cantante. También conocido como Giulio Romano, Caccini no solo moldeó el desarrollo de la música con sus innovaciones, sino que también contribuyó de manera significativa a la fundación de la ópera como género. Su vida, culminando en Florencia el 10 de diciembre de 1618, es un testimonio de la sinergia entre arte e historia que caracterizó a Italia durante un período de floreciente creatividad artística.
«El Ave María de Caccini es una joya de la música sacra.»
«La delicadeza y la emotividad del Ave María de Caccini lo convierten en una experiencia espiritual única.»
«La armonía celestial del Ave María de Caccini eleva el alma y reconforta el corazón.»
«La pureza y la simplicidad del Ave María de Caccini transmiten una sensación de paz interior.»
«La voz humana se convierte en un instrumento divino en el Ave María de Caccini.»
«La melodía etérea del Ave María de Caccini trasciende el tiempo y el espacio.»
«El Ave María de Caccini es una obra atemporal que resuena con la belleza de lo divino.»
«La profundidad emocional del Ave María de Caccini toca los corazones de quienes lo escuchan.»
«La serenidad y la solemnidad del Ave María de Caccini invitan a la reflexión y a la contemplación.»
«El Ave María de Caccini es una expresión sublime de devoción y reverencia hacia la Virgen María.»
«Cuando escucho su Ave María interpretado por la soprano Inessa Galante,
no puedo contener las lágrimas… «
«Yo creo que esta obra es lo más bello en esencia, de lo más delicado de este compositor, es totalmente sublime …»
…algunas opiniones.
Sus obras más conocidas y reconocidas son precisamente: el Ave María, que nos lleva, y Euridice.
En el vibrante crisol creativo de la Florencia del siglo XVII, emergió una fascinante rivalidad entre dos de los más prominentes compositores de la época: Giulio Caccini y Jacopo Peri. Esta competencia dio lugar a dos versiones de «Euridice», una ópera basada en el libreto de Ottavio Rinuccini. Caccini, con su agudo sentido de la oportunidad, estrenó su interpretación musical en el majestuoso Palacio Pitti el 5 de diciembre de 1602. Con una astucia notable, se adelantó a Peri al llevar su partitura a la imprenta apenas seis semanas antes de que su competidor lanzara su propia obra. Esta dinámica no solo refleja la intensa competencia musical de la época, sino que también subraya el ferviente deseo de Caccini por asegurar su lugar en el floreciente mundo de la ópera temprana.
Esta es solo una de las muchas interpretaciones existentes del Ave María de Caccini. La versión interpretada por la soprano Inessa Galante, en el vídeo, es la referida en el comentario que se hizo anteriormente en el párrafo de cita.
… y aquí la verdad
MI PADRE ESTABA CONVENCIDO DE QUE LAS OBRAS AUTODIDACTAS DE UN DESCONOCIDO COMPOSITOR CON EL VULGAR APELLIDO «VAVILOV» NUNCA SERÍAN PUBLICADAS. PERO ÉL REALMENTE QUERÍA QUE SU MÚSICA LLEGARA A LA AUDIENCIA Y LLEGÓ HASTA EL EXTREMO DE DAR TODA LA GLORIA A LOS COMPOSITORES MEDIEVALES Y «AUTORES DESCONOCIDOS».
Tamara Vavilov.
Vavilov
La vida del compositor ruso Vladimir Fyodorovich Vavilov está envuelta en el misterio, con pocos detalles concretos sobre su trayectoria. Nacido el 5 de mayo de 1925 y fallecido el 22 de octubre de 1973, Vavilov se formó en el Conservatorio de Moscú, destacándose como guitarrista, laudista, cantante y compositor. Su obra más famosa, «Ave María», ha alcanzado reconocimiento mundial y ha sido interpretada por numerosos artistas.
Vavilov fue un virtuoso del laúd, con un especial enfoque en la música renacentista. Sin embargo, su peculiar práctica de atribuir sus composiciones a otros ha generado tanto fascinación como debate entre los estudiosos de la música. Los motivos de esta conducta aún no se comprenden por completo. Frecuentemente adjudicaba sus obras a compositores de épocas pasadas, presentándolas como descubrimientos de composiciones olvidadas, aparentemente basados en una rigurosa investigación musicológica. Este método, sin embargo, plantea interrogantes, ya que muchas de sus piezas presentan rasgos más propios del romanticismo, un período posterior al que pretendían pertenecer.
Otra teoría sugiere que, en el contexto del régimen de Stalin en la Unión Soviética, pasar desapercibido podía ser crucial para la supervivencia de un compositor. La atribución de sus obras a autores lejanos y menos conocidos podría haberle permitido trabajar sin enfrentar la censura o interferencias políticas. No obstante, esta hipótesis también deja sin responder varias incógnitas sobre las verdaderas motivaciones detrás de las decisiones de Vavilov.
… resumiendo
El «Ave María» atribuido erróneamente a Giulio Caccini es quizás una de las composiciones más reconocidas de Vladimir Fyodorovich Vavilov, y su autoría ha sido objeto de gran controversia y debate. Esta pieza, con su inconfundible belleza melódica, ha capturado la atención de intérpretes y oyentes de todo el mundo, alimentando la confusión sobre su verdadero origen.
Vavilov, conocido por atribuir sus composiciones a compositores antiguos como una forma de enmascarar su propia creación, registró el «Ave María» bajo el nombre de Caccini, un compositor del Renacimiento. Este hecho desconcertó a muchos, dado que el estilo de la pieza es notablemente distinto al de la época renacentista, presentando más similitudes con las características compositivas del romanticismo.
Hoy en día, muchos musicólogos coinciden en que la razón detrás de este enigma podría ser tanto una estrategia para evadir las restricciones creativas de su tiempo en la Unión Soviética como un juego intelectual que Vavilov disfrutaba. A través de sus atribuciones ficticias, logró generar un diálogo sobre la autenticidad y el valor atemporal de la música, desafiando al oyente a ir más allá de las etiquetas y apreciar la composición por su mérito musical intrínseco. Aunque el debate no haya concluido completamente, la mayoría acepta la obra como un brillante misterio cuya paternidad real está ligada al genio y las circunstancias de Vavilov.
El autor.
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